Los años se miden en distancias
aprendidas
de obligar a los ojos
a vivir
de colores que no se repiten
El camino recorrido
es inversamente proporcional
al tiempo
de estar donde se quiere
y los sueños se olvidan
si no los revives al despertar
Los años se miden en distancias
aprendidas
de obligar a los ojos
a vivir
de colores que no se repiten
El camino recorrido
es inversamente proporcional
al tiempo
de estar donde se quiere
y los sueños se olvidan
si no los revives al despertar