Durante el último año no he visto ninguna película.
Ninguna.
Me estoy convirtiendo en una historia sin personajes.
Un almuerzo de los sobrevivientes sin Titón
dentro del libreto de mi puesta en escena.
Estoy compitiendo con el censor.
Luego retaré a la piedra,
casi a punto de tragarme la meta.
Sigo embruteciendo mis recuerdos
para que se ahoguen de calcio mis emociones.
Escogí no comer,
a cambio de entender la comida.
Se me hacen inmóviles las metáforas
mientras se oxidan los lenguajes.
Quiero tener qué decir,
aunque no sepa cómo.